Los ministros de Exteriores de Francia y Alemania, Jean-Noël Barrot y Annalena Baerbock, realizaron hoy una visita a la infame prisión de Sednaya, al norte de Damasco, considerada un símbolo de los crímenes del régimen de Bashar al Asad.
Durante su visita, Barrot enfatizó el compromiso de Francia para «arrojar luz sobre los crímenes cometidos» y apoyar a las instituciones internacionales que investigan las violaciones en Siria.
Ministros europeos condenan los crímenes del régimen sirio
Baerbock, conmocionada por las atrocidades documentadas, declaró que «la gente ha pasado por un infierno» en Sednaya.
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Representantes de los Cascos Blancos mostraron a los diplomáticos las cámaras de tortura, incluyendo una prensa de acero utilizada para aplastar a las víctimas.
Ambos ministros se encuentran en Siria para reunirse con Ahmed al Sharaa, el nuevo líder interino tras la caída de Al Asad. Su mensaje es claro: apoyar a Siria en esta nueva etapa y contribuir a su estabilidad.
La visita marca un hito en las relaciones entre Europa y Siria, abriendo la puerta a un posible «nuevo comienzo político».