Este viernes, el Departamento de Estado anunció la llegada de una delegación estadounidense a Siria para dialogar con las nuevas autoridades islamistas, marcando la primera misión oficial desde el inicio de la guerra civil en 2011 y la reciente caída del presidente Bashar al Asad.
La delegación, liderada por Barbara Leaf y Daniel Rubinstein, buscará discutir el futuro del país y cómo Estados Unidos puede apoyar a los nuevos líderes.
Se reunirán con representantes de Hayat Tahrir al Sham (HTS), catalogado como grupo terrorista por Washington, y miembros de la sociedad civil.
Además, se intentará obtener información sobre ciudadanos estadounidenses desaparecidos, incluido el periodista Austin Tice.
Este acercamiento refleja un cambio significativo en la política exterior de EE.UU., que ha expresado disposición para reconsiderar las sanciones económicas impuestas al régimen de Al Asad.
La comunidad internacional observa atentamente cómo se desarrollarán estos diálogos y qué implicaciones tendrán para la estabilidad regional.