Un motor de segunda generación del cohete Falcon 9 de SpaceX experimentó una inusual anomalía durante una misión rutinaria Starlink el jueves por la noche, poniendo en riesgo los satélites desplegados.
Este incidente marca la primera falla de un cohete de la compañía en más de siete años.
Aproximadamente una hora después del despegue desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, la segunda etapa del cohete no logró reencenderse en el espacio, desplegando sus 20 satélites Starlink en una órbita mucho más baja de lo previsto.
En esta posición, los satélites corren el riesgo de quemarse en la atmósfera terrestre.
Elon Musk, CEO de SpaceX, confirmó el incidente en su plataforma de redes sociales X, describiendo el fallo como un «RUD del motor por razones actualmente desconocidas».
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RUD es un acrónimo irónico en la industria que significa «Rapid Unscheduled Disassembly» (desmontaje rápido no programado), generalmente utilizado para referirse a una explosión.
Esta misión fallida rompe una impresionante racha de éxitos en lanzamientos de SpaceX, una empresa privada valorada en aproximadamente 200 mil millones de dólares.
La compañía ha mantenido el dominio en la industria espacial, siendo confiable para numerosos países y empresas que buscan enviar satélites al espacio.
Musk indicó que SpaceX está trabajando en actualizar el software de los satélites Starlink para intentar salvarlos, aunque reconoció que las probabilidades de éxito son bajas.