Europa ha salido de la «crisis de lanzadores» gracias al exitoso vuelo inaugural del cohete Ariane 6, según declaró Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El nuevo y potente lanzador, desarrollado en colaboración con cientos de empresas europeas, devuelve a Europa la capacidad de acceder al espacio por sus propios medios.
Tras diez años de diseño y construcción, el Ariane 6 de 56 metros se elevó este martes desde la Guayana Francesa a las 21:00 horas (hora española), con un ligero retraso debido a un problema técnico rápidamente solucionado.
La misión, de menos de tres horas, demostró las capacidades del nuevo cohete, que puede situar satélites en diferentes órbitas e incluso recuperar cápsulas en el océano.
Cuatro años de retrasos
Los retrasos en el desarrollo de Ariane 6, sumados a problemas técnicos, fallos del cohete Vega-C, la pandemia y la ruptura de lazos con Rusia por la guerra en Ucrania, habían sumido a la ESA en una crisis que la obligó a recurrir a SpaceX para lanzar algunos satélites europeos.
Sin embargo, con el vuelo inaugural de Ariane 6, Europa recupera su acceso independiente al espacio.
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Futuro prometedor
La ESA tiene previsto realizar cuatro vuelos de Ariane 6 en 2025, ocho en 2026 y a partir de 2027 alcanzar una regularidad de nueve lanzamientos anuales, compitiendo con SpaceX.
Además, planea tener su propio lanzador a la Estación Espacial Internacional para 2028, dejando atrás su dependencia de las cápsulas rusas y estadounidenses.
Con el éxito de Ariane 6, Europa inicia una nueva era espacial, recuperando su autonomía y capacidad de competir en el mercado global de satélites.