Un reciente cambio en el sistema nacional de citas médicas de Turquía (MHRS) ha generado indignación entre médicos, asociaciones sanitarias y defensores de derechos humanos. La nueva restricción impide que mujeres solteras menores de 25 años puedan acceder a consultas de ginecología, salvo en casos de embarazo, lo que ha sido calificado como una vulneración grave de derechos y un riesgo para la salud pública.
Según reportó el periódico Cumhuriyet, la plataforma digital MHRS exige ahora que las mujeres menores de 25 años estén casadas para poder solicitar una cita ginecológica, a excepción de aquellas que estén embarazadas. El mensaje que reciben las usuarias al intentar reservar una consulta es claro: «Las citas (excluyendo embarazo) están disponibles para mujeres mayores de 25 años o menores de 25 si están casadas».
La medida ha provocado una ola de críticas por parte de la comunidad médica y organizaciones de la sociedad civil, que denuncian una discriminación basada en el estado civil y la edad, y advierten sobre sus consecuencias éticas y sanitarias.
La Asociación Médica de Turquía (TTB) reaccionó de inmediato, exigiendo la eliminación de la restricción y recordando que el acceso a la atención sanitaria debe ser gratuito, igualitario y sin discriminación. “Seguiremos luchando hasta que se elimine esta distinción del sistema”, declaró la TTB, subrayando el carácter fundamental de este derecho.
Lea también: Venezuela inicia elecciones para diputados indígenas con 95 centros de votación
Expertos médicos advierten que la medida puede tener efectos contraproducentes y peligrosos. Levent Doganci, especialista en enfermedades infecciosas, alertó que negar atención médica a mujeres jóvenes por su estado civil puede llevarlas a ocultar síntomas o enfermedades, lo que representa un riesgo para la salud individual y colectiva. “Si el personal sanitario actúa como una ‘policía de la moral’ o una ‘policía religiosa’ como en Irán, peligra el bienestar de toda la sociedad”, afirmó Doganci.
El especialista también recordó que negar atención médica por razones ajenas a la salud viola los derechos humanos, la ética médica y puede constituir un delito según el código penal turco. “Toda persona mayor de 18 años es legalmente adulta y su vida sexual no debe estar sujeta a supervisión ajena”, concluyó.