El 21 de diciembre de 2024, Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, arremetió contra las tarifas que Panamá impone a los barcos estadounidenses para transitar por el Canal de Panamá.
En su plataforma Truth Social, calificó estas tarifas como «ridículas» y amenazó con exigir que Washington retome el control del estratégico paso interoceánico.
Trump argumentó que la Marina y el comercio estadounidense han sido tratados injustamente, señalando que «esta completa estafa a nuestro país cesará inmediatamente».
Además, expresó preocupación por la creciente influencia de China en el canal, lo que podría afectar los intereses comerciales estadounidenses.
Desde su inauguración en 1914 hasta su devolución a Panamá en 1999, el canal fue una pieza clave para el comercio marítimo mundial.
Actualmente, más del 5% del comercio global pasa por este paso, vital para conectar los océanos Atlántico y Pacífico.
Trump recordó que Estados Unidos es el principal usuario del canal, representando más del 70% del tráfico comercial.
Ante esta situación, advirtió que si Panamá no garantiza una operación «segura y eficiente», exigirá la devolución total del canal a EE. UU.
Las autoridades panameñas no han respondido a las declaraciones de Trump, quien asumirá oficialmente el cargo el 20 de enero.
Su crítica se produce en un contexto donde su influencia política sigue vigente, incluso antes de asumir la presidencia.