El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, compareció el miércoles 27 de noviembre de 2024 ante el Congreso de los Diputados para defender la gestión de su Ejecutivo tras las devastadoras inundaciones que azotaron España a finales de octubre.
En su intervención, Sánchez aseguró que su gobierno cumplió con sus “responsabilidades” desde “el primer momento” y anunció un tercer paquete de ayudas por un total de 2.274 millones de euros, elevando así a 16.600 millones el monto global destinado a las regiones afectadas por esta catástrofe que dejó al menos 229 muertos, la mayoría en la Comunidad Valenciana.
Sánchez enfatizó que su administración actuó adecuadamente ante lo que calificó como una catástrofe sin precedentes. «El Gobierno hizo lo que tenía que hacer», afirmó, mientras acusaba a la oposición de «polarizar con esta tragedia» y «alimentar la desconfianza en las instituciones». En un tono directo, pidió a los críticos que no engañen a la población y sugirió que quienes buscan culpables deberían mirar más allá de los funcionarios públicos que cumplieron con su deber.
El presidente también señaló indirectamente al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, quien reconoció errores en la gestión de las inundaciones. Sánchez indicó que hay «personas en posiciones muy elevadas que no han estado a la altura de sus responsabilidades» y que deberán asumir su culpa. En España, donde las competencias en gestión de catástrofes son principalmente regionales, el Gobierno central tiene la capacidad de intervenir y asumir el control en situaciones extremas.
Durante su comparecencia, Sánchez se mostró abierto a la creación de una comisión de investigación en el Congreso sobre la gestión de las inundaciones. Sin embargo, argumentó que aún no era el momento adecuado para ello, dado que todavía no se ha cumplido un mes desde el desastre y la prioridad debe ser la búsqueda de personas desaparecidas y la reconstrucción de las áreas devastadas. «Si queremos que esta reflexión colectiva sea útil, no podrá ser una reflexión apresurada», subrayó.
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A pesar del apoyo del Gobierno a una posible investigación futura, las críticas hacia Sánchez fueron contundentes. El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, lo acusó de «falta de humanidad» y de intentar «cubrirse con toda la peste de corrupción y mentiras» que le rodean. Feijóo destacó que el Gobierno no reaccionó adecuadamente hasta altas horas de la noche del día del desastre y cuestionó la responsabilidad del Ejecutivo en el manejo de la crisis.
Por su parte, Santiago Abascal, líder del partido de ultraderecha Vox, fue aún más crítico al afirmar que el gobierno no declaró la emergencia nacional por «crueldad» y «cálculo político». Abascal acusó a Sánchez de utilizar esta tragedia para desviar la atención sobre los escándalos de corrupción que afectan a su administración.