Este 15 de diciembre la policía regional de Cataluña, España, ha llevado a cabo una exitosa operación que resultó en la liberación de ocho mujeres latinoamericanas, entre ellas varias venezolanas, que eran forzadas a ejercer la prostitución en dos locales de Barcelona.
Las autoridades catalanas no solo rescataron a las víctimas, sino que también detuvieron a tres individuos relacionados con esta red criminal. Entre los detenidos se encuentran dos mujeres y un hombre, cuyas edades oscilan entre los 35 y 60 años. Estos sujetos están acusados de tráfico de seres humanos y explotación sexual, además de estar vinculados a un grupo delictivo que también se dedicaba al tráfico de drogas.
La policía informó que el grupo tenía planes de expansión, habiendo adquirido otros locales y proyectando abrir uno en una zona adinerada de la ciudad, lo que evidencia la creciente complejidad y audacia de estas organizaciones criminales.
La red criminal utilizaba métodos sofisticados para captar a sus víctimas. Se enfocaban en mujeres jóvenes que ya habían tenido alguna experiencia en el mundo de la prostitución, contactándolas a través de páginas web de contenido sexual. Las promesas eran engañosas: ofrecían beneficios económicos y condiciones laborales atractivas para atraerlas desde sus países de origen, principalmente Colombia, Honduras y Venezuela. Una vez en España, las expectativas se transformaban en una dura realidad.
Las víctimas eran obligadas a vivir en condiciones precarias dentro de los mismos locales donde ejercían la prostitución. Se les imponían largas jornadas laborales y se quedaban con más del 50% de sus ganancias. Este tipo de explotación es un reflejo del aumento alarmante del tráfico humano en Europa, donde las crisis económicas y sociales en países como Venezuela han creado un caldo de cultivo para estas redes.
La situación actual en Venezuela, caracterizada por una profunda crisis económica, hiperinflación y desabastecimiento, ha llevado a muchas mujeres a buscar oportunidades fuera del país. Sin embargo, esta búsqueda desesperada por una vida mejor las convierte en blanco fácil para organizaciones criminales que se aprovechan de su vulnerabilidad. Según informes previos, el número de venezolanas víctimas de trata ha aumentado significativamente en los últimos años, correlacionándose con el incremento en las solicitudes de asilo desde Venezuela.
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Rosa Cendón, portavoz del programa SICAR Cat, dedicado a ayudar a mujeres víctimas de trata en Cataluña, ha señalado que estas redes criminales son expertas en identificar colectivos vulnerables. «La situación que se vive actualmente en el país está haciendo que muchas personas intenten buscar un futuro mejor», afirmó Cendón.
En los registros realizados durante la operación se incautaron más de 35 mil euros en efectivo y pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes, lo que sugiere que el tráfico no solo involucra explotación sexual sino también actividades relacionadas con el narcotráfico.