El gobierno austríaco ha tomado una decisión significativa en relación con la comunidad siria en su territorio. Este viernes, 13 de diciembre de 2024, el canciller Karl Nehammer anunció un programa de retorno que ofrece un pago de 1.000 euros a los ciudadanos sirios que deseen regresar a su país.
Esta medida se produce en un contexto marcado por la reciente caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria, lo que ha llevado a Austria a suspender las tramitaciones de asilo para los sirios.
La guerra civil en Siria, que comenzó en 2011, ha forzado a más de 14 millones de personas a huir de su hogar, buscando refugio en diversas partes del mundo. En Austria, la comunidad siria ha crecido considerablemente en los últimos años, pasando de unos pocos miles a más de 95.000 ciudadanos. Desde 2015, casi 87.000 sirios han recibido asilo en el país, y muchos ya han adquirido la nacionalidad austríaca.
Sin embargo, el reciente cambio político en Siria ha llevado a las autoridades austríacas a reevaluar su política migratoria.Durante su anuncio, Nehammer enfatizó que Austria necesita a sus ciudadanos para la reconstrucción del país y que aquellos que deseen regresar recibirán apoyo financiero. «Austria apoyará a los sirios que deseen regresar a su país de origen con un bono de retorno de 1.000 euros», declaró en la red social X.
Además, reiteró que los procedimientos de asilo para los ciudadanos sirios seguirán suspendidos, lo que afecta a aproximadamente 15.000 solicitudes ya recibidas por las autoridades.
La decisión de Austria se alinea con acciones similares tomadas por otros países europeos. Alemania también ha congelado las solicitudes de asilo para refugiados sirios, afectando a más de 47.000 peticiones. Esta tendencia refleja un cambio más amplio en la política migratoria europea tras la caída del régimen sirio, donde países como Francia, Reino Unido y Suecia están considerando medidas similares.
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La comunidad siria en Austria ha expresado su preocupación por estas decisiones. Muchos temen que la suspensión del asilo y las nuevas políticas de retorno puedan poner en riesgo sus vidas y las de sus familias si regresan a un país aún marcado por la inestabilidad y el conflicto.
La ONU ha instado a los países europeos a proceder con cautela y considerar las condiciones sobre el terreno antes de facilitar el regreso de refugiados.