Las protestas en Archidona, Ecuador, contra la construcción de una cárcel de máxima seguridad han escalado tras la adjudicación del proyecto por parte del gobierno de Daniel Noboa.
Este modelo carcelario, inspirado en el de Nayib Bukele en El Salvador, ha generado un fuerte rechazo entre la población local y organizaciones indígenas.
El jueves 12 de diciembre de 2024, aproximadamente 3,000 personas se reunieron en una asamblea en Archidona, exigiendo el cese inmediato de la construcción.
La alcaldesa Amanda Grefa enfatizó que «esta es una lucha del pueblo» por la paz y el desarrollo local, en lugar de una prisión que podría afectar su tranquilidad y economía.
Las manifestaciones comenzaron hace diez días, con bloqueos en las vías que conectan Archidona con otras ciudades. Los habitantes expresan su temor a que la cárcel traiga violencia y desestabilice la comunidad.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ha advertido que radicalizará las protestas si no se realiza una consulta previa a los pueblos indígenas afectados.
El gobierno justifica el proyecto como parte del Plan Fénix para combatir el crimen organizado, tras un aumento alarmante en la violencia carcelaria.
Sin embargo, críticos argumentan que este enfoque prioriza la construcción de cárceles sobre necesidades básicas como salud y educación.
La Asamblea Nacional ha solicitado al presidente Noboa reconsiderar el proyecto, pero hasta ahora el gobierno ha mantenido su postura.
La situación en Archidona refleja un conflicto más amplio entre desarrollo local y políticas de seguridad que podrían tener consecuencias duraderas para las comunidades amazónicas.