El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se reunió el viernes con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en Palm Beach, Florida.
Este encuentro marcó la primera conversación entre ambos desde la elección de Trump el 5 de noviembre.
Durante la reunión, Rutte y Trump discutieron una variedad de temas de seguridad global, centrándose en las crecientes preocupaciones sobre la relación entre Rusia y Corea del Norte.
Rutte había expresado su deseo de abordar esta «amenaza» poco después de la elección, destacando los vínculos entre estos países y su impacto en la seguridad europea y estadounidense.
Rutte enfatizó que los recientes acercamientos entre China, Corea del Norte e Irán representan un peligro significativo, no solo para Europa, sino también para el territorio estadounidense.
La portavoz de la OTAN, Farah Dakhlallah, confirmó que la conversación abarcó «toda la gama de cuestiones de seguridad global a las que se enfrenta la Alianza», aunque no se ofrecieron detalles específicos sobre los acuerdos alcanzados.
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La reunión se produce en un contexto de creciente inquietud en Europa sobre la posible reducción del apoyo militar estadounidense a Ucrania bajo la nueva administración.
Durante su primer mandato, Trump había cuestionado el compromiso de Estados Unidos con la defensa de sus aliados europeos, lo que ha llevado a temores sobre el futuro del apoyo a Kiev en su lucha contra la invasión rusa.
A medida que Rutte y Trump continúan sus diálogos, la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollarán las políticas de defensa y seguridad bajo el liderazgo del presidente electo.
La colaboración entre Estados Unidos y sus aliados será crucial para enfrentar los desafíos emergentes en un panorama geopolítico cada vez más complejo.