Un bombardeo israelí en Gaza resultó en la muerte del camarógrafo de Al Jazeera, Ahmed al Louh, el domingo 15 de diciembre. El ataque, que tuvo como objetivo el campo de refugiados de Nuseirat, también cobró la vida de tres trabajadores paramédicos de la Defensa Civil.

Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, Al Jazeera ha sido un testigo constante de los efectos devastadores de la campaña militar israelí.
La cadena ha estado en el centro de una controversia con el gobierno israelí, que acusa a sus periodistas de vínculos con grupos militantes como Hamás. Al Jazeera ha negado estas acusaciones y sostiene que sus empleados son blanco sistemático de ataques.
Este trágico evento marca la quinta muerte de un periodista de Al Jazeera desde el comienzo del conflicto, lo que subraya los peligros que enfrentan los reporteros en zonas de guerra.
La cadena ha denunciado el ataque como un «acto criminal» y un ataque a la libertad de prensa.