En una muestra de repudio a la reciente tragedia en la Franja de Gaza, el Papa Francisco manifestó su profunda consternación por el devastador bombardeo israelí que resultó en la muerte de siete niños pertenecientes a una misma familia, siendo el menor de ellos un pequeño de tan solo seis años.
Este acto de violencia, acontecido el viernes en Jabaliya, fue descrito por el pontífice como un acto de «crueldad» en medio de un conflicto bélico que ha desgarrado a la región.
Durante una audiencia con miembros de la Curia el 21 de diciembre de 2024, el líder argentino no dudó en referirse a la tragedia, expresando: «Ayer bombardearon a niños. No es la guerra, es una crueldad. Y quiero decirlo porque es algo que me conmueve».
El Papa ha estado recibiendo información detallada sobre la situación en Gaza mediante llamadas telefónicas a la parroquia de la Sagrada Familia, única iglesia católica presente en la región.
Además de condenar el acto inhumano, el sumo pontífice criticó enérgicamente a las autoridades israelíes por haber impedido el acceso a Gaza al cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén de los Latinos, después de que previamente les aseguraran que se le permitiría la entrada.
Esta acción añade más controversia a un conflicto ya de por sí cargado de tensiones. Según informes de la Defensa Civil de Gaza, diez miembros de la familia Khalla perdieron la vida en el bombardeo, calificado por ellos como «una masacre de la ocupación israelí».
Mahmud Basal, portavoz de esta organización, indicó que además de las víctimas fatales, hubo quince heridos como resultado del ataque.
Por su parte, el Ejército de Israel disputó estas cifras, alegando que su operativo estaba dirigido a «varios terroristas» vinculados al movimiento islamista Hamás que representaban una amenaza real para la seguridad en la zona.