Ecuador enfrenta un nuevo y trágico episodio de violencia en su sistema penitenciario, específicamente en la Penitenciaría del Litoral, ubicada en Ecuador, Guayaquil. En la madrugada del 12 de noviembre, un enfrentamiento entre reclusos dejó un saldo devastador de al menos 15 muertos y 14 heridos.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) confirmó el trágico evento y detalló que el Bloque de Seguridad, compuesto por fuerzas policiales y militares, actuó rápidamente para restablecer el control en la penitenciaría. Según el SNAI, se realizó un operativo de requisa a gran escala para asegurar las instalaciones y se inició una investigación para esclarecer los hechos ocurridos.
La Penitenciaría del Litoral es conocida como una de las más peligrosas del país, con alrededor de 12,000 reclusos. Este nuevo enfrentamiento se produce en un contexto donde la violencia carcelaria ha alcanzado niveles alarmantes. La periodista especializada en seguridad, Karol Noroña, recordó que este incidente coincide con el tercer aniversario de otra masacre en la misma prisión que dejó 65 muertos en 2021. En esta ocasión, se reportó que entre los fallecidos hay un reo desmembrado, lo que subraya la brutalidad del conflicto interno.
Las autoridades han atribuido la violencia en las cárceles ecuatorianas a las luchas de poder entre bandas criminales locales, muchas de las cuales tienen vínculos con cárteles de narcotráfico de Colombia y México. Estas organizaciones buscan dominar las rutas de exportación de drogas y controlar áreas estratégicas dentro del país.
Desde 2020, Ecuador ha sido testigo de una escalada en la violencia relacionada con el crimen organizado, lo que ha llevado al gobierno a declarar un estado de conflicto armado interno. A pesar de los esfuerzos por militarizar las prisiones y controlar la situación, los incidentes violentos continúan siendo una realidad.
En lo que va del año, Ecuador ha registrado más de 5,700 homicidios, colocándolo entre los países más violentos de América Latina. La tasa de homicidios ha alcanzado cifras alarmantes, con 47.25 muertes por cada 100,000 habitantes.
La noticia del enfrentamiento ha generado una ola de indignación entre familiares de los reclusos y defensores de derechos humanos. Muchos familiares se congregaron fuera de la penitenciaría buscando información sobre sus seres queridos tras los asesinatos. Una mujer relató que su esposo le había advertido sobre la inminencia de ataques dentro del penal días antes del incidente, lo que refleja una atmósfera constante de miedo e incertidumbre entre los reclusos.
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos del Ecuador ha documentado desde 1986 una serie continua de violaciones a los derechos humanos dentro del sistema penitenciario. Entre 2018 y 2022, se encontraron 591 cadáveres dentro de las cárceles ecuatorianas, siendo el 76% víctimas de matanzas. Hasta ahora, las masacres han dejado más de 600 presos asesinados desde el inicio de esta ola violenta.
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La situación actual pone en evidencia no solo la crisis carcelaria en Ecuador sino también el desafío persistente que enfrenta el gobierno para restablecer el orden y garantizar la seguridad tanto dentro como fuera de las prisiones. Con la XXIX Cumbre Iberoamericana programada para mediados de noviembre en Cuenca, las autoridades están bajo presión para demostrar que pueden manejar la violencia y proteger a sus ciudadanos.
El presidente Daniel Noboa ha declarado su compromiso con combatir el crimen organizado catalogando a las bandas criminales como «terroristas». Sin embargo, mientras continúen ocurriendo incidentes tan violentos como el reciente enfrentamiento en la Penitenciaría del Litoral, será difícil convencer tanto a la población como a la comunidad internacional sobre la efectividad de estas medidas.