El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, instó a las autoridades nicaragüenses a respetar la libertad de culto tras la creciente represión contra la Iglesia católica en el país.
En la Asamblea General de la ONU, Parolin expresó la preocupación de la Santa Sede por las medidas que afectan directamente a las instituciones religiosas.
La represión del gobierno de Daniel Ortega ha incluido la expulsión de sacerdotes y detenciones arbitrarias, con al menos 73 casos documentados desde 2018.
Ortega y su esposa, Rosario Murillo, acusan a la Iglesia de ser cómplice de las protestas que estallaron en 2018, que resultaron en más de 300 muertes.
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Parolin enfatizó la necesidad de un diálogo constructivo con el régimen, mientras el clima de miedo persiste entre los fieles.
La situación ha llevado a muchos religiosos al exilio y ha restringido severamente las actividades religiosas en Nicaragua, donde se han prohibido miles de procesiones y expresiones de fe.
La comunidad católica sigue resistiendo, pero enfrenta un futuro incierto en medio de una creciente hostilidad estatal.