El sepulcro de Santa Teresa de Jesús, la mística y reformadora carmelita nacida en 1515 y fallecida en 1582, fue abierto este domingo en Alba de Tormes para una veneración pública sin precedentes. Aunque sus restos han sido exhumados en varias ocasiones a lo largo de la historia por motivos científicos y ceremoniales, esta es la primera vez que se realiza una apertura con fines de culto y devoción abierta al público desde su fallecimiento.
La apertura del sepulcro este domingo marca un hito en la historia de la veneración a Santa Teresa de Jesús. La última vez que sus restos fueron expuestos públicamente data de 1582, año de su muerte, cuando miles de fieles acudieron a rendir homenaje a la santa. Desde entonces, aunque el sepulcro ha sido abierto en varias ocasiones, nunca fue para un acto de veneración pública.

En 1914, con motivo del cuarto centenario de su nacimiento, el sepulcro fue destapado por orden del Papa Pío X, pero la apertura fue privada, solicitada por el padre Clemente de los Santos, general de la orden carmelita. Más atrás en el tiempo, en 1760, se realizó otra exhumación para trasladar sus restos a una urna funeraria donada por los reyes de España, pero tampoco en esa ocasión se permitió la veneración pública.


La historia del sepulcro de Santa Teresa está marcada por estas exhumaciones que han servido para preservar, estudiar y honrar sus restos. La apertura más reciente antes de la actual tuvo lugar en agosto del año pasado, cuando se permitió el estudio científico de sus restos con fines de conservación y análisis histórico.
Sin embargo, la apertura de este domingo en Alba de Tormes tiene un carácter distinto y singular: se trata de una invitación abierta a los fieles para que puedan venerar directamente a la santa, un acto que fortalece la conexión espiritual y la devoción popular hacia una de las figuras más emblemáticas del catolicismo español y mundial.
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Santa Teresa de Jesús, reconocida por su profunda espiritualidad, sus escritos y su reforma de la orden carmelita, es una figura central en la historia religiosa y cultural de España. La apertura pública de su sepulcro no solo es un acto de fe, sino también un evento que atrae a peregrinos, estudiosos y turistas interesados en su legado.