Un trágico incendio en el barrio Ciudad Victoria de Guayaquil, Ecuador, ha dejado como saldo la muerte de un menor de edad, lo que ha puesto de relieve las graves consecuencias de los cortes de electricidad que afectan al país.
El incidente ocurrió en la madrugada del jueves 28 de noviembre y fue confirmado por las autoridades de emergencia, quienes señalaron que el niño se quedó dormido con una vela encendida debido a la falta de suministro eléctrico.
El Servicio Integrado de Seguridad ECU911 recibió una alerta sobre el incendio en una vivienda del popular barrio, lo que llevó a la intervención inmediata del Cuerpo de Bomberos y la policía. A pesar de sus esfuerzos, se confirmó el fallecimiento del menor, cuya identidad no ha sido revelada.
Noemí Angulo, madre del niño, relató a un canal de televisión de Ecuador que el niño había encendido una vela para iluminar su habitación mientras esperaba que regresara la electricidad, que había sido interrumpida desde las ocho de la noche hasta la medianoche.
“Quedó con un pedacito (de vela) hasta que venga la luz”, explicó Angulo, quien describió cómo su familia fue alertada por el olor a quemado. A pesar de los intentos desesperados de su esposo por rescatar al niño, el humo denso impidió su ingreso a la habitación. Esta tragedia resalta no solo el dolor personal de la familia afectada, sino también la creciente preocupación por la seguridad pública en un contexto marcado por apagones prolongados.
Desde septiembre, Ecuador ha estado lidiando con severos racionamientos eléctricos que han llegado a ser de hasta 14 horas diarias. Las autoridades atribuyen esta crisis a la peor sequía en décadas, que ha afectado gravemente la generación hidroeléctrica del país, responsable de más del 70% del suministro eléctrico. La falta de agua en los ríos ha llevado a un déficit en la generación eléctrica que oscila entre 1.000 y 1.400 megavatios.
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La situación ha generado críticas hacia el gobierno del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien prometió que los apagones cesarían en diciembre. Sin embargo, los recientes anuncios sobre horarios continuos de cortes eléctricos han alimentado el descontento público. En medio de esta crisis, muchos ecuatorianos se ven obligados a depender de velas y otros métodos improvisados para iluminar sus hogares durante las horas sin electricidad.
El impacto de esta crisis energética se extiende más allá del ámbito familiar; afecta profundamente a la vida cotidiana y al funcionamiento económico del país. Sectores como el industrial y comercial están experimentando pérdidas significativas debido a los apagones. La Cámara de Comercio de Guayaquil estima que los comercios en Ecuador pierden hasta 12 millones de dólares por cada hora sin electricidad.