Un reciente estudio de la ONG Oceana, divulgado el 17 de octubre de 2024, revela que Brasil es el país latinoamericano que más contamina el océano con residuos plásticos, ocupando el octavo lugar a nivel global.
Anualmente, el país vierte 1,3 millones de toneladas de plásticos al océano, equivalente al peso de 1,3 millones de automóviles pequeños. Esta cifra representa el 8% del plástico que llega a los mares a nivel mundial.
Consecuencias para la salud y el ecosistema
La acumulación de plásticos en los océanos no solo afecta la vida marina, sino que también representa un riesgo para la salud humana.
Según el informe, los microplásticos se han encontrado en los estómagos de 9 de las 10 especies de pescado más consumidas globalmente.
En Brasil, se identificó plástico en más de 200 especies marinas y el 98% de los peces amazónicos analizados contenían microplásticos.
A pesar de ser un líder en producción de plásticos en América Latina, Brasil carece de legislación efectiva para regular su uso y desecho. Oceana instó al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva a acelerar la aprobación de un proyecto que promueva un manejo sostenible del plástico y fomente alternativas reutilizables o compostables.
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Un llamado a la acción
Ademilson Zamboni, director general de Oceana, enfatizó la necesidad urgente de cambiar el modelo actual de producción y eliminación de plásticos.
La contaminación plástica es considerada una crisis global por la ONU y representa una grave amenaza para la biodiversidad marina y los ecosistemas del planeta.
La responsabilidad recae tanto en la industria como en el poder público para liderar esta transición hacia un futuro más sostenible.