Las redes de trata de personas se aprovechan de la vulnerabilidad de mujeres colombianas, venezolanas y paraguayas, entre otras, para someterlas a explotación sexual en el país ibérico.
En 2023, la Policía y Guardia Civil liberaron a casi 300 víctimas de trata con fines de explotación sexual, siendo la mayoría de ellas procedentes de Colombia (137), Venezuela (44) y Paraguay (32).
Estas mujeres, de entre 28 y 32 años, son captadas por las bandas criminales con falsas promesas de empleo que terminan en prostitución forzada.
Vulnerabilidad de las víctimas en España y sus países de origen
Debido a los lazos históricos y culturales entre España y Latinoamérica, y la gran cantidad de comunidades de estos países en el territorio español, las redes de trata ven en la migración una oportunidad para reclutar a sus víctimas.
Muchas mujeres son atraídas con ofertas de trabajo en el servicio doméstico, pero al llegar a Europa se ven forzadas a prostituirse para pagar una deuda por su traslado, una deuda que nunca logran saldar.
La Organización para la Defensa de los Derechos Fundamentales (Accem) alerta sobre la especial vulnerabilidad que enfrentan estas víctimas incluso dentro del sistema de acogida español, ya que en países como Colombia solo un 4.5% de las solicitudes de protección internacional fueron aprobadas el año pasado, aumentando el riesgo de caer en manos de las redes de trata.
Colaboración para proteger a las víctimas y perseguir a los tratantes
Las fuerzas de seguridad españolas trabajan en conjunto con organizaciones sociales y organismos internacionales como Interpol y la Red Iberoamericana de Cooperación Jurídica Internacional para proteger a las víctimas y sus familias, y llevar a cabo investigaciones con las autoridades de los países de origen.
Accem apoya a las víctimas con asistencia jurídica, psicológica, ayuda en la búsqueda de empleo y alojamiento, y facilita los trámites para su integración en España, destacando la importancia de ofrecer alternativas para que puedan establecerse en el país, ya que el retorno voluntario es poco frecuente.
España ha logrado algunos éxitos en la lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual:
Contribuyen al aumento del conocimiento y sensibilización sobre este problema, que se ha incrementado notablemente en los últimos 20 años.
Trabajan para reformar y desarrollar el marco legal, reconociendo más derechos a las víctimas de trata. Por ejemplo, la reforma del Código Penal español.
La reforma del Código Penal fortaleció el marco legal, reconoció más derechos a las víctimas y aumentó la conciencia sobre este delito, si bien aún queda mucho por hacer para erradicar la trata de mujeres en España.
Está reforma permite que se reconozcan más derechos a las víctimas de trata, como el derecho a ser identificadas formalmente por las fuerzas de seguridad, a obtener un periodo de restablecimiento y reflexión, a paralizar expedientes de expulsión, y a obtener permisos de residencia y trabajo.
España ha tejido redes y plataformas como la Red Española contra la Trata de Personas, que hoy integra a más de 25 organizaciones, sumando esfuerzos en la lucha contra este delito.
Brindan asistencia integral a las víctimas, incluyendo apoyo jurídico, psicológico, ayuda en la búsqueda de empleo y alojamiento, y facilitando su integración en España.
Algunas ONG especializadas, como Proyecto Esperanza y Villa Teresita, han atendido a numerosas supervivientes de la trata, acompañándolas en su proceso de recuperación y empoderamiento.
Estás organizaciones, realizan incidencia política para armonizar la legislación y obtener recursos que favorezcan el trabajo de las ONG en esta área.
Estos esfuerzos, junto con la colaboración con las autoridades, han contribuido a avances significativos en la lucha contra la trata de mujeres en España en las últimas décadas, aunque aún queda mucho por hacer para erradicar este flagelo.