Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, regresaron este martes a las zonas devastadas por las inundaciones que afectaron a la Comunidad Valenciana, donde fueron recibidos con aplausos y muestras de apoyo por parte de los vecinos. Esta visita se produce tras una primera experiencia caótica hace dos semanas, cuando la comitiva real fue objeto de insultos y ataques con barro en la localidad de Paiporta, considerada el epicentro de la tragedia.
La visita del 19 de noviembre tuvo lugar en Chiva, una de las localidades más afectadas por las riadas del 29 de octubre, que dejaron un saldo trágico de 227 muertos y más de diez desaparecidos. A diferencia del clima hostil que enfrentaron en su anterior visita, esta vez los monarcas fueron recibidos con entusiasmo por una multitud que se congregó frente al Ayuntamiento.
Según reportes de la agencia AFP, los reyes llegaron pasadas las 11:30 horas y fueron recibidos por la alcaldesa, Amparo Fort, y otros concejales en un ambiente marcado por la esperanza y el deseo de recuperación. La Casa Real decidió mantener la agenda oficial en secreto para evitar posibles protestas, lo que contribuyó a un ambiente más controlado y positivo durante esta segunda visita.
Los reyes recorrieron Chiva, saludando a los vecinos y escuchando sus historias sobre los daños sufridos y las tareas de reconstrucción en curso. Durante su recorrido, se detuvieron a dialogar con una niña y otros residentes que habían estado esperando desde temprano para verlos. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas; algunos gritos aislados dirigidos al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, recordaron que aún persisten tensiones políticas.
Algunos asistentes pidieron su dimisión y le reprocharon su ausencia durante el desastre. A pesar de esto, los reyes mantuvieron una actitud comprensiva y solidaria, escuchando atentamente las explicaciones sobre los daños causados por la inundación. El recorrido incluyó una visita al barranco de Chiva, donde la crecida del agua provocó graves daños en el municipio y dejó ocho víctimas mortales.
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La alcaldesa explicó a los monarcas cómo se desarrolló la tragedia y las medidas que se están tomando para reparar los daños. Este tipo de encuentros es parte del compromiso continuo de la Casa Real para seguir de cerca la situación en las zonas afectadas.La visita también incluyó paradas programadas en otras localidades como Utiel y Letur, donde se espera que los reyes puedan evaluar el impacto total de las inundaciones en la región.
Felipe VI había prometido que sus visitas serían «continuas» para mostrar apoyo a los damnificados y asegurar que no se olviden las necesidades de estas comunidades.