En la madrugada del 27 de diciembre de 2024, los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron un misil balístico contra el aeropuerto israelí de Ben Gurion, en respuesta a los recientes bombardeos del Ejército israelí sobre infraestructuras en Yemen.
Este ataque, reivindicado por los hutíes, se produce tras la ofensiva israelí que dejó al menos seis muertos y 40 heridos en Yemen.
El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, afirmó que el misil hipersónico ‘Palestine2’ alcanzó su objetivo, provocando víctimas y la suspensión de actividades en el aeropuerto.
Sin embargo, el ejército israelí negó esta afirmación, asegurando que interceptó el proyectil antes de que entrara en su territorio.
A pesar de esto, medios israelíes confirmaron que el ataque afectó temporalmente las operaciones del aeropuerto, causando retrasos en varios vuelos europeos.
La ofensiva hutí es parte de un patrón creciente de hostilidades entre ambos lados. Israel ha intensificado sus ataques aéreos en Yemen en respuesta a los lanzamientos previos de misiles y drones por parte de los hutíes.
Estos ataques han incluido objetivos estratégicos como el aeropuerto de Saná y centrales eléctricas, lo que ha generado una fuerte condena internacional.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su preocupación por la escalada del conflicto, mientras que Netanyahu reafirmó la determinación de Israel de continuar su ofensiva contra los hutíes.
Con ambos lados mostrando una firme disposición a mantener sus acciones militares, la región se enfrenta a un futuro incierto marcado por la violencia y la inestabilidad.