El presidente Joe Biden está a punto de dar un paso sin precedentes en materia migratoria al firmar una orden ejecutiva que podría cambiar drásticamente la política de asilo en Estados Unidos. La medida, que ha sido objeto de especulación y debate durante meses, generó incertidumbre y expectación entre los sectores afectados.
Se espera que esta orden permita el cierre temporal de la frontera en caso de altos cruces de indocumentados, lo que tendría un impacto significativo en la dinámica fronteriza y en la política de asilo vigente.
Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, el presidente Biden está considerando la posibilidad de sellar temporalmente la frontera y suspender protecciones de larga data para los solicitantes de asilo en Estados Unidos. Durante una entrevista exclusiva con Univision Noticias, Biden mencionó que estaba «examinando si tengo ese poder o no (para cerrar la frontera)», y señaló que tendría ese poder según la legislación vigente. Esta medida se activaría una vez que el número de cruces diarios alcance un umbral crítico, lo que permitiría ralentizar el flujo migratorio.
La incertidumbre se ha intensificado a medida que se acerca el momento de la probable firma de la orden ejecutiva. La Casa Blanca ha confirmado que continúa explorando una serie de opciones políticas y se compromete a abordar el sistema de inmigración. Sin embargo, no ha habido una decisión final sobre qué acciones ejecutivas adicionales podrían tomarse. La administración reconoce que se trata de un recurso de emergencia y responsabiliza a los republicanos del Congreso por su implementación, señalando que no les importa asegurar la frontera o arreglar el sistema de inmigración.
En mayo pasado, el líder del Senado Charles Schumer fracasó en un segundo intento de aprobar una ley bipartidista que otorgaba fondos para impulsar un plan de emergencia en la frontera con México. Esta crisis migratoria ha sido un tema candente desde 2013 y se ha agravado en los últimos tres años, después de la pandemia del covid-19