El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este jueves la cancelación del acuerdo económico de la Ruta de la Seda con China. Esta decisión se produce tras intensas presiones por parte de Estados Unidos para reducir la influencia china sobre el Canal de Panamá, una ruta comercial vital que maneja el 6% del tráfico marítimo mundial.
La cancelación del acuerdo llega días después de una reunión entre Mulino y el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio. Durante esta reunión, Rubio expresó preocupaciones sobre lo que considera un control excesivo del Partido Comunista Chino en el Canal. El gobierno estadounidense ha manifestado su inquietud por los intereses chinos en dos puertos estratégicos ubicados en las entradas al canal, operados por Hutchison Holdings desde Hong Kong.
Mulino cuestionó duramente los beneficios obtenidos por Panamá desde que firmó el memorándum con China en 2017: “¿Qué ha traído eso para Panamá? ¿Cuáles son las grandes cosas?”. La Embajada panameña en Pekín presentó formalmente la notificación para anunciar la cancelación con 90 días de anticipación, como establece el acuerdo.
La Ruta de la Seda: Antecedentes y Objetivos
La iniciativa china conocida como «Ruta de la Seda» o «Belt and Road Initiative» (BRI) fue lanzada por Xi Jinping en 2013. Tiene como objetivo conectar a China con Europa, Medio Oriente, África y América Latina mediante inversiones masivas en infraestructura. Aunque inicialmente América Latina no estaba incluida oficialmente en esta iniciativa global, varios países se han sumado a través acuerdos bilaterales.
Panamá fue pionero al convertirse en el primer país latinoamericano que se unió a BRI mediante un memorándum firmado bajo el gobierno del presidente Juan Carlos Varela (2014-2019). Desde entonces otros países como Uruguay, Ecuador y Argentina también han participado activamente.
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La decisión panameña es vista como un paso significativo hacia fortalecer sus relaciones con Estados Unidos mientras reduce su dependencia económica respecto a China. Sin embargo esto podría tener implicaciones negativas para proyectos futuros financiados por Pekín dentro país centro americano ya existentes o previstos bajo este marco colaborativo internacional.
El portavoz chino Lin Jian había expresado esperanzas previas sobre mantener una cooperación normalizada entre ambos países antes mismo anuncio oficial hecho hoy día .