El popular cantante Nicky Jam anunció el miércoles 30 de octubre que ya no respalda a Donald Trump en su campaña presidencial, un giro sorprendente tras haberlo apoyado públicamente hace un mes.
En un video compartido en Instagram, donde cuenta con más de 43 millones de seguidores, Jam explicó que su apoyo inicial se basó en la creencia de que Trump sería beneficioso para la economía de los latinos en EE. UU.
Sin embargo, su opinión cambió después de que el comediante Tony Hinchcliffe se refiriera a Puerto Rico como una “isla flotante de basura” durante un mitin de Trump en Nueva York.
“Mi gente, normalmente yo no soy una persona de contestar este tipo de cosas en las cámaras”, comenzó Nicky Jam. “Nunca pensé que un mes después iba a venir un comediante a criticar a mi país. Por ende, renuncio a cualquier apoyo a Donald Trump y me hago a un lado de cualquier situación política. Puerto Rico se respeta”.
La decisión de Nicky Jam se produce en un contexto donde varios artistas latinos han expresado su descontento con la retórica anti-Puerto Rico.
Tras su apoyo inicial a Trump, la banda Maná decidió retirar su colaboración con él en plataformas de streaming, alegando que “no trabajaban con racistas”.
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Este cambio refleja una creciente presión sobre artistas latinos para distanciarse de figuras políticas que descalifican sus raíces.
Con su reciente declaración, Nicky Jam se une a otros artistas como Bad Bunny y Ricky Martin, quienes han utilizado sus plataformas para abogar por una mejor representación y respeto hacia Puerto Rico.
A medida que se acercan las elecciones, el impacto de estas decisiones podría influir en la percepción pública del apoyo latino hacia candidatos republicanos.