El jefe de la Policía de Nueva York, Jeffrey Maddrey, presentó su dimisión el pasado viernes debido a acusaciones de acoso sexual. Se le acusa de exigir favores sexuales a una subordinada a cambio de oportunidades laborales.
Maddrey, el oficial de mayor rango en el departamento, renunció ante la comisionada Jessica Tisch, quien aceptó su dimisión.
Un comunicado del departamento subrayó la seriedad con que se toman las acusaciones de conducta sexual inapropiada y anunció una investigación exhaustiva sobre el caso. John Chell asumirá el mando interinamente.
La teniente Quathisha Epps denunció que Maddrey la presionó para mantener relaciones sexuales en la sede policial a cambio de horas extra. Al rechazar sus demandas, Epps enfrentó represalias, incluyendo una investigación en su contra.
Su abogado, Eric Sanders, criticó la cultura del departamento y destacó la necesidad de reformas urgentes.
Además, otra oficial, la capitana Gabrielle Walls, también reportó insinuaciones sexuales por parte de Maddrey. Este escándalo ha puesto en el centro del debate las fallas sistémicas dentro del Departamento de Policía de Nueva York.