La isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta, enfrenta una crisis eléctrica aguda, con apagones que afectan tanto a turistas como a residentes. Desde el 11 de noviembre, tras la explosión del gasoducto Muscar en Monagas, los cortes de electricidad han variado entre 6 y 20 horas.
El ministro de Energía Eléctrica, Jorge Márquez, prometió restablecer el servicio en Margarita desde el 16 de noviembre, pero las interrupciones se han intensificado, según denuncias en redes sociales.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez atribuyó la crisis a ataques a la industria petrolera, señalando a opositores como María Corina Machado. Nicolás Maduro reforzó esta narrativa, sugiriendo que los ataques son parte de un plan desde Colombia vinculado al narcotráfico.
En Margarita, la escasez de diésel ha exacerbado la situación, afectando hoteles y restaurantes, mientras los ciudadanos lamentan la pérdida de alimentos perecederos.
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El exgobernador Alfredo Díaz criticó la inacción del gobierno frente a esta crisis eléctrica que amenaza la estabilidad económica y social de la región. La situación se complica con el desabastecimiento de combustible y la creciente desesperación entre los habitantes.
