En un día histórico para la protección del medio ambiente, la Unión Europea (UE) adoptó este lunes la Ley de Restauración de la Naturaleza, una legislación clave del Pacto Verde europeo que busca frenar el declive de la biodiversidad y restaurar los ecosistemas dañados, aunque el plan original resultó diluido tras una amarga batalla política.
Una amarga batalla política
La aprobación de esta ley no estuvo exenta de controversias y enfrentamientos entre los Estados miembros. Hungría cambió su posición en marzo, obligando a reabrir un expediente que ya estaba cerrado. Además, Austria pasó al bando del «sí» en la víspera de la votación, lo que permitió alcanzar por la mínima la mayoría cualificada necesaria del 66,07% de la población de la UE, justo por encima del 65% requerido.
Objetivos ambiciosos pero flexibles
La normativa exige que los países del bloque establezcan medidas de restauración de aquí a 2030 en el 20% de los espacios terrestres y marinos a escala de la UE, y que hacia 2050 cubra todas las áreas que lo requieran. No obstante, prevé flexibilidad para aquellos países cubiertos mayoritariamente por un único tipo de ecosistema, como los escandinavos.
Un punto de inflexión para la naturaleza
Organizaciones ecologistas como BirdLife, ClientEarth, la Oficina Europea del Medioambiente y WWF celebraron la adopción de esta ley, calificándola como «un punto de inflexión para la naturaleza y la sociedad». Según la UE, el 80% de los hábitats naturales en el bloque se encuentran en un estado de conservación considerado «malo o mediocre», y hasta el 70% de los suelos se encuentran en mal estado de salud.