Las autoridades francesas han decidido implementar un dispositivo de seguridad sin precedentes para el partido de fútbol entre Francia e Israel, programado para este jueves en el Stade de France.
El jefe de policía de París, Laurent Nunez, ha calificado el encuentro como «de alto riesgo», desplegando 4.000 agentes en el estadio y sus alrededores.
El despliegue responde a la reciente violencia en Ámsterdam, donde se registraron ataques antisemitas durante un partido entre Ajax y Maccabi de Tel Aviv.
Nunez enfatizó que la seguridad será prioritaria, con una unidad de élite protegiendo al equipo israelí y una política de tolerancia cero ante cualquier desorden.
Además, se establecerán controles adicionales en los accesos y un perímetro de seguridad más amplio alrededor del estadio.
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El contexto geopolítico actual, marcado por tensiones en el conflicto de Gaza y manifestaciones antisemitas en Europa, ha llevado a las autoridades a tomar medidas drásticas.
El Ministro del Interior, Bruno Retailleau, reafirmó que Francia no cederá ante las amenazas de violencia y antisemitismo, asegurando que el partido se llevará a cabo como estaba previsto.
Con este operativo, Francia busca enviar un mensaje claro: el deporte continuará, pero bajo estrictas medidas de seguridad que reflejan la seriedad del momento.
Las autoridades están preparadas para enfrentar cualquier eventualidad y asegurar la protección tanto de los jugadores como del público asistente.