La ciudad de Ibadan, capital del estado de Oyo en Nigeria, se encuentra en estado de shock tras la muerte de 35 niños en una estampida ocurrida durante una feria en una escuela islámica.
Este trágico suceso, que dejó además a seis menores gravemente heridos, ha desatado un clamor por justicia y una revisión de las medidas de seguridad en eventos públicos.
El portavoz de la policía de Oyo, Adewale Osifeso, confirmó que se han realizado arrestos, incluyendo a seis personas vinculadas a la organización del evento.
La feria, organizada por la ONG «Mujeres en Necesidad de Orientación y Apoyo», carecía de un control adecuado sobre la multitud, lo que llevó a la tragedia.
Testigos relatan que la impaciencia de los asistentes provocó un caos absoluto cuando miles de personas intentaron acceder al lugar.
Akeem Alao, un líder comunitario, corroboró que inicialmente se reportaron 31 muertes, cifra que aumentó tras la confirmación de más víctimas.
El gobernador Seyi Makinde expresó su pesar y aseguró que se tomarán medidas para evitar futuros incidentes.
Este trágico evento no es aislado; Nigeria ha visto un aumento en incidentes similares este año. Las autoridades han instado a la calma mientras continúan las investigaciones.
La comunidad llora la pérdida de vidas inocentes y exige responsabilidad por parte de los organizadores del evento.