En el contexto del apagón nacional del 30 de agosto, el ministro para la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, afirmó que el país se encuentra en una «batalla entre el fascismo y la patria».
Durante una ponencia sobre la intervención de Estados Unidos en el sistema electoral venezolano, Padrino López enfatizó la necesidad de preparación moral y académica para enfrentar lo que considera una guerra cognitiva y un «tecnofascismo».
Padrino López describió el apagón como parte de un «golpe de Estado» que, según él, sigue en desarrollo y se está internacionalizando.
«Este es un golpe de Estado que fue bien planificado y que pretende perturbar la consciencia de los venezolanos», afirmó.
En su discurso, instó a la población a prepararse con conocimiento y argumentos para enfrentar la complejidad de la situación actual.
El ministro reiteró que el objetivo del gobierno es «preservar la paz» y derrotar la violencia política, utilizando la fuerza de los libertadores como guía.
Esta retórica refleja la postura del gobierno de Nicolás Maduro frente a las crecientes tensiones políticas y sociales en el país, donde la oposición y las críticas internacionales continúan desafiando su autoridad.
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La declaración de Padrino López resuena en un contexto de creciente polarización en Venezuela. Su llamado a la unidad y a la defensa de la soberanía nacional busca consolidar el apoyo popular en un momento crítico.
A medida que el gobierno se enfrenta a desafíos internos y externos, la retórica de la lucha contra el fascismo podría intensificarse, marcando un camino incierto para el futuro político del país.