La Unión Europea se encuentra en la fase final de deliberaciones sobre el envío de observadores a las elecciones presidenciales de Venezuela programadas para el próximo 28 de julio.
Diversas fuentes diplomáticas expresaron optimismo, considerando que existen condiciones democráticas mínimas para llevar a cabo esta misión, a pesar de reconocer que el proceso electoral no es perfecto.
En Bruselas, se destaca la posibilidad de unas elecciones competitivas en las que participe el principal candidato opositor, Edmundo González Urrutia, quien cuenta con un amplio respaldo por parte de la oposición frente al actual presidente Nicolás Maduro, que busca extender su mandato hasta 2030.
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, se encarga de ultimar un acuerdo administrativo con las autoridades venezolanas para definir los detalles del despliegue de una «gran misión» de observación electoral. En este sentido, España lidera el apoyo al despliegue como un medio para favorecer el restablecimiento de la democracia en Venezuela.
La voluntad manifestada por la oposición es fundamental para la posible misión de observación, mostrando disposición para permitir que la UE supervise el proceso electoral y participar pese a obstáculos impuestos por el gobierno de Caracas, que bloqueó el registro de candidaturas de figuras clave de la oposición.
Tanto Borrell como María Corina Machado, impedida de competir pese a ser ganadora de primarias, insisten en la importancia de contar con observadores internacionales para verificar la transparencia del proceso electoral en Venezuela.
Tras una misión exploratoria realizada en abril, la UE se encuentra en la fase decisoria antes de enviar observadores, recordando la experiencia previa en las elecciones regionales y municipales de 2021. Borrell tendrá la última palabra en esta crucial decisión que busca garantizar la integridad y legitimidad de los comicios en Venezuela.