La Licencia 44A, que revierte parcialmente el alivio de sanciones a Venezuela, ha sido calificada como un retroceso para el país por Tiziana Polesel, segunda vicepresidenta de Fedecámaras. Según Polesel, esta medida complica las relaciones de comercio internacional y aumenta los costos para los ciudadanos.
En una entrevista con Mundo UR, Polesel destacó que las medidas sancionatorias, en lugar de cumplir sus objetivos previstos, perjudican a la población en general.
“No todo el mundo ve las sanciones como una forma en la que los ciudadanos en general terminamos pagando muchísimo más los productos de lo que valen y el flujo comercial internacional se desacelera considerablemente”, dijo.
Además, Polesel señaló el fenómeno del “sobrecumplimiento”, donde muchas empresas optan por abstenerse de comercializar productos y servicios debido a las sanciones. Ilustró el impacto negativo de las sanciones con el ejemplo de un venezolano que mantiene una pequeña cuenta en dólares en Estados Unidos, y cómo el cierre repentino de esta cuenta o la solicitud de su transferencia sin previo aviso puede afectar directamente a esa persona.
Polesel enfatizó que las sanciones no solo afectan a las empresas estatales, sino a todos los venezolanos.
“Muchas personas pueden pensar que las sanciones están dirigidas a determinadas empresas del Estado cuando no es así, las sanciones en realidad nos perjudican a todos”, afirmó. Además, aclaró que Fedecámaras no tiene injerencia en las sanciones individuales y resaltó que ni siquiera tiene potestad para decir cuáles son las repercusiones de estas medidas.