La educación pública en Venezuela se encuentra en un estado de emergencia, marcado por la alarmante escasez de docentes.
Según la Federación Venezolana de Maestros (FVM) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), se requieren cerca de 250,000 maestros para cubrir las aulas vacías tras una década de crisis económica.
Promesas gubernamentales insuficientes
El presidente Nicolás Maduro ha lanzado programas para atraer a jubilados y ofrecer incentivos a los maestros que abandonaron sus puestos, pidiéndoles que regresen «por amor a la vocación».
Sin embargo, Leila Escobar, secretaria general de la FVM, califica estas medidas como una oferta «burlesca», dado que el salario promedio de los docentes no supera los 30 dólares mensuales.
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Infraestructura deteriorada
A pesar de las promesas de reparación en 8,000 escuelas, más de 20,000 permanecen sin atención. La falta de servicios básicos como agua y electricidad agrava la situación.
Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, enfatiza que los estudiantes avanzan sin recibir clases adecuadas, especialmente en áreas críticas como ciencias exactas y sociales.
La escasez de nuevos docentes es alarmante; solo 40 graduados en 2023 representan el 1% necesario para cubrir las vacantes.
Sin una política salarial efectiva, la crisis educativa en Venezuela podría tener consecuencias devastadoras para el futuro del país