Lai Ching-te, de la mano del Partido Democrático Progresista de Taiwán, logró convertirse en el nuevo presidente de la nación este sábado 13 de enero.
Al momento en que el 96% de las mesas ya estaban escrutadas, Lai superaba con tranquilamente a los candidatos opositores del Kuomintang (KMT), Hou Yu-ih (33,4 %), y del Partido Popular de Taiwán (PPT), Ko Wen-je (26,3 %), quienes tomaron la decisión de reconocer públicamente la derrota.
La victoria del partido político PDP representa la primera vez desde las primeras elecciones democráticas en 1996 que un mismo partido se mantiene en el Gobierno durante tres legislaturas de forma consecutiva. Asimismo, más de 19,5 millones de taiwaneses contaron con la habilitación para votar y elegir a su nuevo mandatario, en un contexto marcado por las tensiones que hay entre Taiwán y China.
“Quiero agradecer al pueblo taiwanés por escribir un nuevo capítulo en nuestra democracia. Le hemos demostrado al mundo cuánto apreciamos nuestra democracia. Este es nuestro compromiso inquebrantable. Le estamos diciendo a la comunidad internacional que entre democracia y autoritarismo, estaremos del lado de la democracia. La República de China y Taiwán seguirán caminando codo con codo con las democracias de todo el mundo (…)”, comentó Lai tras su victoria en los comicios.
Tsai Ing-wen, actual presidente y parte del partido PDP, ocupa la máxima magistratura de la isla desde el año 2016, pero no pudo presentarse a un tercer mandato debido a las limitaciones constitucionales.
Por otra parte, el Gobierno chino considera a la isla (Taiwán) gobernada de forma autónoma desde 1949 como una provincia “desobediente”, criticando duramente al candidato del PDP en las últimas semanas y lo señaló como un “separatista”.