La investigación policial en torno a la muerte de la agente inmobiliaria Mayerling Andrade (52) ha tomado un giro de 180 grados, a menos de 72 horas de localizar su cadáver a orillas del conjunto residencial Isla Dorada. Lo que inicialmente se ventiló como “averiguación muerte”, ahora es investigado como un homicidio por parte del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Una fuente ligada al caso, que ha conmocionado a la opinión pública, reveló que el resultado de la autopsia habría indicado que la causa de la muerte de la también publicista zuliana habría sido por “asfixia mecánica por sumersión” (ahogada) y que presentó “un golpe en uno de sus pómulos”. El informante aclaró que el examen post mortem no precisa si dicho golpe fue producido por una persona (por puñetazo u objeto contundente) o por una caída, y añadió que las investigaciones se manejan con mucho recelo por orden nacional.
Durante el sepelio y acto velatorio de Mayerling, registrado la mañana-tarde de este martes 22 de abril, tanto familiares cercanos como compañeras de trabajo rechazaron la tesis de que hubiese decidido quitarse la vida. Entre la tristeza y el dolor de su último adiós, pedían insistentemente una investigación a fondo.
Hoy la familia de Mayerling necesita saber qué sucedió. Sus padres de 84 y 82 años, sus cuatro hermanos, sus parientes, sus amigos y compañeros de trabajo, exigen a las autoridades competentes una respuesta. En redes sociales ya arrancó una campaña, #Justiciaparamayerlingandrade, que tiene como objetivo encontrar la verdad sobre lo sucedido