Este domingo, las elecciones presidenciales en Ecuador han culminado con una victoria clara del actual presidente, Daniel Noboa, quien se perfila para ser reelegido como mandatario del país sudamericano. Sin embargo, la opositora Luisa González ha desconocido los resultados y denunciado lo que califica como el «mayor fraude electoral» en la historia del país. Con casi el 90% de las actas escrutadas, Noboa aventaja a González por un margen significativo, obteniendo alrededor del 56% de los votos frente al 44% de su rival, según los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Las elecciones de este domingo fueron una reedición de la segunda vuelta de las presidenciales de 2023, que se celebraron de forma excepcional para completar el mandato inconcluso de Guillermo Lasso, quien disolvió el Parlamento en medio de un escándalo político. En aquella ocasión, Noboa derrotó a González por un ajustado margen de 51,8% frente a 48,1%. Esta vez, la ventaja de Noboa es mucho mayor, lo que sugiere un cambio significativo en la percepción pública hacia su gestión y la de su oponente.
La campaña de Noboa se centró en reforzar su perfil de líder fuerte y en la promesa de mano dura contra el crimen, un tema que ha sido crucial en el país debido al avance de las bandas criminales y la violencia en las calles. Aunque logró ciertos avances iniciales con el «Plan Fénix», que permitió la intervención de las Fuerzas Armadas en cárceles y calles, los resultados en seguridad han sido cuestionables. La violencia repuntó a inicios de este año, con un promedio de 26 asesinatos diarios en enero y febrero, lo que ha generado críticas hacia su gestión.
Por otro lado, Luisa González, candidata de Revolución Ciudadana, fundada por el expresidente Rafael Correa, intentó romper el llamado «techo» del correísmo, buscando atraer a sectores más conservadores o moderados. Sin embargo, su discurso centrado en la mejora económica y su alianza con el movimiento indígena Pachakutik no lograron ampliar suficientemente su base de apoyo.
La denuncia de fraude electoral por parte de González ha generado tensiones políticas y sociales en el país. A pesar de que ningún veedor internacional ha reportado irregularidades significativas, la candidata ha pedido un reconteo y la apertura de las urnas, afirmando que el país está ante el «mayor y más grotesco fraude que hemos presenciado los ecuatorianos».
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La participación electoral superó el 83%, lo que refleja un alto interés ciudadano en los comicios. Aunque las encuestas previas indicaban un empate técnico entre ambos candidatos, los resultados oficiales dan una ventaja clara a Noboa, lo que lo posiciona para ser reelegido como presidente por los próximos cuatro años.
Noboa cuenta con el apoyo de sectores clave del poder, incluidos altos mandos de la fuerza pública y el aparato judicial. Además, ha cultivado una relación cercana con Estados Unidos, lo que se interpretó como un respaldo importante tras su reunión con el presidente Donald Trump en marzo.