El Presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, ha dado un paso hacia la paz al facilitar la apertura de negociaciones con la Segunda Marquetalia, una disidencia de la guerrilla de las FARC, en Caracas.
Este lunes marcó el inicio de la primera ronda de conversaciones entre siete delegados del gobierno y otros siete representantes de la organización insurgente liderada por alias Iván Márquez, ex número dos de las FARC.
Durante esta primera fase, que se extenderá hasta el sábado, se establecerán los protocolos de negociación y se anunciarán las primeras decisiones clave para avanzar en el proceso de paz.
En este contexto, Márquez expresó en el acto inaugural su disposición y compromiso con la búsqueda de la paz para Colombia a través de estas conversaciones.
Resistencias y desafíos en el camino hacia la reconciliación
Las negociaciones con la Segunda Marquetalia han despertado resistencias y críticas, especialmente desde aquellos que se oponen al acuerdo de paz firmado con las FARC en 2016, cuando Márquez ocupaba un rol destacado en el grupo guerrillero y en las negociaciones de paz.
Márquez, también conocido como Luciano Marín, justificó su regreso a la insurgencia armada señalando los incumplimientos y traiciones del Estado respecto al acuerdo de paz de La Habana.
Esta postura generó tensiones en la mesa de diálogo, aunque el jefe de la delegación gubernamental, Armando Noboa, enfatizó la importancia de no comenzar de nuevo y de mantener el compromiso con la implementación del acuerdo de paz del 2016, considerándolo un mandato vigente e irrenunciable.
Una oportunidad para consolidar la paz en Colombia
A pesar de los desafíos y diferencias iniciales entre las partes, la apertura de estas negociaciones representa una oportunidad histórica para avanzar hacia la reconciliación y la estabilidad en Colombia.
El proceso de diálogo en Caracas busca sentar las bases para construir un camino de paz duradera y superar las divisiones arraigadas en el conflicto armado.
El gobierno de Gustavo Petro enfrenta varios desafíos en las negociaciones de paz con la Segunda Marquetalia:
Estas negociaciones generan resistencia, ya que se hacen con detractores del acuerdo de paz con las FARC de 2016, cuando Iván Márquez era el segundo hombre más importante del grupo y jefe negociador.
Márquez insiste en que su vuelta a la insurgencia armada respondió «al incumplimiento y a la traición del Estado al acuerdo de paz de La Habana».
El gobierno considera que hubo una «indebida implementación» del acuerdo, pero cree que «No podemos arrancar de cero» y que sería «un error histórico» desconocer ese mandato vigente.
La gestión de Petro enfrenta una oposición constante de los medios de comunicación y ha tenido disputas con el titular del Ministerio Público. La oposición ha anunciado movilizaciones para exigir su renuncia.
Petro tiene el reto de consolidar su coalición de gobierno, superar las amenazas desestabilizadoras de la oposición y continuar con la implementación de reformas durante su mandato. Gobernar para todos, incluyendo a los más de 10 millones que votaron por su contendor, será un desafío.
Las negociaciones se dan en un contexto de polarización política y resistencia de sectores que se oponen al proceso de paz. Petro deberá sortear estos obstáculos para avanzar en su apuesta de «paz total».
La cobertura mediática de las negociaciones de paz parece estar influenciada por diversos tipos de sesgos, lo cual representa un desafío para que el público pueda formarse una opinión informada y objetiva sobre este proceso.
La alfabetización mediática es clave para identificar y contrarrestar estos sesgos.