El lunes 28 de octubre, representantes de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) denunciaron que la “voracidad” fiscal y el escaso financiamiento bancario están impactando negativamente las actividades de empresarios y emprendedores en diversas regiones del país.
En un comunicado, Fedecámaras advirtió que estos factores están trastocando las áreas productivas y comerciales, especialmente en el oeste de Venezuela, donde la situación económica se ha vuelto cada vez más crítica.
La denuncia de Fedecámaras destaca cómo la presión fiscal excesiva está afectando a los sectores productivos. La gremial argumenta que las altas tasas impositivas y la falta de incentivos fiscales han desalentado la inversión y dificultado la operatividad de muchas empresas. “La violación a la ley de Armonización Tributaria también contribuye a este problema, creando un ambiente hostil para los negocios”, señala el comunicado. Esto ha llevado a una disminución en la formalización de empresas y ha limitado las oportunidades para nuevos emprendedores.
Además de la voracidad fiscal, Fedecámaras subraya el impacto del limitado acceso al financiamiento bancario. La escasez de créditos ha sido un obstáculo significativo para el crecimiento empresarial, lo que ha llevado a muchos emprendedores a operar en la informalidad. Según datos recientes, las colocaciones crediticias por parte de los bancos han sido mínimas, lo que refleja una falta de liquidez en el sistema financiero.
Esta situación se agrava con la intermitente distribución de combustible, que afecta directamente al sector agropecuario.
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La falta de financiamiento no es un problema aislado; está intrínsecamente relacionada con fallas estructurales en el sistema bancario venezolano. El encaje legal elevado ha limitado la capacidad de los bancos para ofrecer créditos, lo que ha llevado a una sobre absorción del margen financiero. En este contexto, muchas instituciones financieras se encuentran subcapitalizadas y carecen del capital necesario para expandir sus operaciones.
Esto no solo afecta a los empresarios, sino que también limita el crecimiento económico del país. Fedecámaras también menciona otras causas que contribuyen al estancamiento económico, como la “inseguridad jurídica” y las “fallas en los servicios públicos”. La inestabilidad política, exacerbada tras las elecciones del 28 de julio, ha generado incertidumbre entre los inversionistas y ha dificultado aún más el clima empresarial.