Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son condiciones que se caracterizan por una acumulación excesiva de grasa en el organismo, lo cual puede tener consecuencias negativas para la salud. Sin embargo, la obesidad trasciende más allá de la simple malnutrición y el sobrepeso.
El Día Mundial de la Obesidad, celebrado cada 4 de marzo, tiene como objetivo cambiar la percepción individual sobre este problema de salud que a menudo se trata como un tema tabú. El lema de este año es «Hablemos de obesidad y…», con el propósito de fomentar conversaciones transversales y observar la salud, la juventud y el mundo que nos rodea para encontrar formas de abordar la obesidad de manera conjunta.
Experimentar obesidad implica enfrentarse a estigmas sociales, lidiar con problemas psicológicos como la ansiedad, y enfrentar diagnósticos médicos erróneos debido a la tendencia a atribuir todos los problemas de salud al exceso de peso. Tener obesidad es vivir en un cuerpo no normativo y enfrentar un problema de salud multifactorial.
El índice de masa corporal (IMC) es utilizado como una medida para definir el sobrepeso y la obesidad, aunque este indicador puede no ser completamente preciso debido a las diferencias en la composición corporal de las personas. Por lo tanto, es importante considerar otros factores, como la masa muscular, para evaluar adecuadamente el exceso de grasa en el organismo. La bioimpedancia, una técnica que utiliza la resistencia eléctrica del cuerpo, puede ser una herramienta útil para obtener una visión más completa de la estructura corporal de cada individuo.
A nivel mundial, más de 800 millones de personas viven con obesidad, lo que aumenta la prevalencia de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Es fundamental cambiar la perspectiva sobre la obesidad, reconociéndola como un problema de salud que requiere atención y apoyo adecuados. Esto implica superar estigmas, prejuicios y autocompasión, y buscar soluciones basadas en cambios de estilo de vida, como una dieta equilibrada, la práctica de deportes, el ejercicio regular y hábitos alimentarios saludables. Además, es necesario capacitar al personal médico para abordar de manera efectiva esta problemática, priorizando la prevención y las intervenciones oportunas.
El Día Mundial de la Obesidad nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre esta problemática de salud global y promover un enfoque integral que vaya más allá de la simple malnutrición y el sobrepeso. Es necesario generar conciencia, luchar contra los estigmas y trabajar juntos para abordar la obesidad desde perspectivas médicas, sociales y emocionales.