En el marco del tercer debate presidencial en México, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, arremetió contra la política migratoria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, proponiendo una visión centrada en los derechos humanos de todos los migrantes en caso de resultar electa en las elecciones programadas para el 2 de junio.
Durante su intervención, Gálvez aseguró que su enfoque en materia migratoria se basaría en valores fundamentales como el respeto a los derechos humanos, libertades y protección a los migrantes, marcando distancia con gobiernos de la región como el de Venezuela.
Criticó la supuesta actitud sumisa de la administración de López Obrador frente al expresidente estadounidense Donald Trump, denunciando la devolución de migrantes sin buscar regularizar a compatriotas en Estados Unidos.
El debate organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) de México puso la migración en el centro de la discusión, especialmente considerando el contexto actual de elevada migración irregular en la región. Ante este escenario, Gálvez prometió implementar medidas para «meter orden» en la frontera sur de México, subrayando la importancia de no dejar el control de la migración en manos de grupos delictivos.
Esta posición crítica no es nueva para Gálvez, quien previamente había señalado la disparidad en la ayuda económica brindada a migrantes venezolanos en comparación con las dificultades enfrentadas por ciudadanos mexicanos para satisfacer sus necesidades básicas.
En un claro contraste, la aspirante presidencial abogó por un enfoque más humano y equitativo hacia la migración en el país.
Con estas declaraciones contundentes en el debate, Xóchitl Gálvez ha revivido el debate sobre la política migratoria en México, prometiendo cambios significativos si llega a ocupar la presidencia y generando reflexiones sobre la gestión actual en temas tan sensibles como la migración y los derechos humanos.