Luis Gilberto Murillo, el canciller de Colombia, ha manifestado en recientes declaraciones que el gobierno de Gustavo Petro no reconoce la legitimidad de Nicolás Maduro ni de Edmundo González como presidentes electos de Venezuela. Esta postura se fundamenta en la ausencia de actas de votación que sean aceptadas por ambas partes, lo que ha generado un intenso debate sobre la situación política en el país vecino.
En una entrevista con la revista Semana, Murillo enfatizó que «no hay actas para nadie», refiriéndose a las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. A pesar de las afirmaciones de Maduro sobre su victoria, el canciller insistió en que no se han presentado pruebas concretas que respalden dicha afirmación. «Venezuela tiene un proceso institucional con una Constitución y unas leyes que no se siguieron», subrayó Murillo, quien también destacó que la falta de actas válidas impide cualquier reconocimiento oficial por parte de Colombia.
La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, ha recopilado actas que, según ellos, demuestran la victoria de González. Sin embargo, el gobierno colombiano rechaza estas actas, argumentando que deben existir resultados incuestionables y un marco legal que respalde el proceso electoral. «Si no hay actas, no podemos reconocer», reiteró Murillo, añadiendo que este tema está «agotado» hasta que se presenten las evidencias necesarias.
A pesar de la falta de reconocimiento hacia Maduro y González, Murillo aseguró que Colombia mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela para proteger a los millones de ciudadanos que cruzan la frontera diariamente. Esto es crucial para garantizar la estabilidad en una región donde los flujos migratorios son constantes y a menudo problemáticos.
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En cuanto a la toma de posesión prevista para el 10 de enero, Murillo aclaró que no ha sido invitado y que, incluso si lo fuera, no asistiría. La decisión sobre la asistencia del presidente Petro dependerá exclusivamente de él y se comunicará en su debido tiempo. «Si no hay actas, no hay reconocimiento. Si no hay reconocimiento, no debe haber asistencia a ese acto de posesión», afirmó el canciller.