Tres (3) venezolanos han sido asesinados en Lima, Perú, en las últimas 48 horas. Los crímenes, presuntamente relacionados con sicariatos, han conmocionado a la comunidad y han generado una gran preocupación entre las autoridades.
El primer hecho ocurrió el 17 de junio en la urbanización Tupac Amaru de Villa, en el distrito de Chorrillos. Henry José, de nacionalidad venezolana, recibió varios disparos a quemarropa, según informó el diario peruano La Razón.
El otro hecho ocurrió el mismo día en la Asociación Virgen de Copacabana del distrito Puente Piedra de Lima, donde se registró la muerte de otros dos venezolanos, quienes se trasladaban en una moto. Los responsables del crimen dispararon desde una camioneta tipo minivan.
La policía peruana indicó que una de las víctimas tenía antecedentes de posesión ilegal de armas y extorsión. Además, encontraron al menos 35 casquillos de bala en la escena del crimen. Las autoridades solo revelaron el nombre de una de las víctimas, identificada como Mario Antonio Hernández, de 51 años de edad.
Los funcionarios policiales indicaron que el doble homicidio ocurrió cerca de la vivienda de ambas víctimas. Sin embargo, no ofrecieron detalles sobre los motivos detrás de este suceso, aunque presumen que se trate de un sicariato.
La situación de violencia en Perú es alarmante. En enero de 2024, la Policía Nacional de Perú (PNP) presentó un informe que revelaba la desarticulación de 180 organizaciones criminales en 2023. De esta cifra, 93 se dedicaban al narcotráfico, 29 al sicariato y el resto a otras actividades ilegales.
Además, las autoridades peruanas reportaron un aumento en el número de bandas criminales conformadas por extranjeros, entre ellos el Tren de Aragua, originaria de Venezuela. En este informe, también se reveló que en ese país hubo 1.105 asesinatos entre enero y diciembre de 2023.
La mayoría de las muertes violentas se registraron en Lima, donde la PNP contabilizó 539.
Sin embargo, las autoridades peruanas no especificaron el número de víctimas extranjeras o venezolanas de estos homicidios durante 2023.
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El presunto responsable, de quien se desconoce el nombre, se hacía pasar por un trabajador de construcción cuando abordó a la víctima y le disparó en la nuca. Tras caer al piso, la víctima recibió otros dos disparos.
De acuerdo con el medio peruano, el migrante venezolano trabajaba en Lima como colector de pasajeros para los taxis colectivos.
Xenofobia y criminalidad en Perú
La xenofobia hacia los venezolanos en Latinoamérica es un tema creciente. Según un informe de Oxfam, la discriminación, xenofobia y el discurso del odio son los principales detonantes de la situación que viven los migrantes venezolanos. En Colombia, por ejemplo, el 63.2% de los colombianos dijo tener una percepción negativa de los venezolanos.
En Ecuador, los mensajes xenófobos hacia los migrantes venezolanos aumentaron un 334% en 2022. En Perú, la situación es similar. Las autoridades peruanas han implementado controles migratorios antes, durante y después del encuentro entre las selecciones de Venezuela y Perú, «para el control de identidad, personas solicitadas por la justicia y de quienes no hayan regularizado los documentos para su estadía» en el país.
La narrativa de que la inmigración venezolana está aumentando las tasas de delincuencia en Perú ha sido objeto de debate en los últimos tiempos. Sin embargo, los datos recopilados por expertos y organizaciones no gubernamentales no respaldan esta afirmación.
Según los datos, las tasas de criminalidad en las regiones metropolitanas principales donde se concentran los venezolanos son relativamente bajas. Además, la población carcelaria nacida en el extranjero no muestra una correlación significativa con la delincuencia.
En noviembre 2023, se registraron 1.5 millones de migrantes venezolanos en el Perú. La tasa de desempleo entre los venezolanos en Tumbes y Lima, las dos regiones con el mayor número absoluto de delitos, es significativamente más alta que la tasa de desempleo nacional peruana. Esto sugiere que la alta tasa de desempleo podría ser un factor potencial de las altas tasas de delincuencia.
En cuanto a los delitos violentos, los venezolanos cometieron delitos violentos en tasas más altas que las de su población en 15 de los 23 departamentos para los que hay datos disponibles. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos delitos violentos fueron cometidos en un número relativamente bajo.
Un estudio de panel de efectos fijos en los 50 distritos de Lima Metropolitana encontró que la migración venezolana no tiene efectos significativos en los delitos relacionados con hurtos, robos, lesiones, homicidios y violencia sexual.
Entre 2018 y 2021, la población venezolana creció, mientras que la victimización delictiva en Lima y El Callao disminuyó. Esto sugiere que la criminalidad en la ciudad de Lima se encuentra ligada a otros factores, ajenos a la dinámica migratoria.