Una demanda colectiva federal fue presentada este viernes en nombre de los aficionados con boleto que no se les permitió entrar al partido de la final de la Copa América en el Hard Rock Stadium en Miami Gardens, Florida, el domingo, después de que «miles de aficionados sin boleto» burlaran la seguridad, lo que llevó a cerrar las puertas del estadio.
El Hard Rock Stadium, la Conmebol, la Concacaf y la empresa de seguridad Best Crowd Management son nombrados como demandados en la querella.
Se calcula que el domingo se vendieron 65.000 entradas para el partido entre Argentina y Colombia.
Retraso y reapertura del estadio
El partido tuvo que retrasarse más de una hora después de que aficionados sin entradas intentaran entrar por la fuerza en el estadio.
Tras el fallo de seguridad, se tomó la decisión de reabrir las puertas del estadio «durante un breve periodo de tiempo a todos los aficionados para evitar estampidas y lesiones graves en el perímetro», declararon entonces los responsables del estadio.
Demanda alega fallas de seguridad
En la demanda se afirma que los demandados «no aplicaron un plan de seguridad adecuado y razonable», que incluía no contratar suficiente personal de seguridad, no prever el número de asistentes sin entradas y no establecer un perímetro para revisar los boletos.
El principal demandante, Das Noble, alega que pagó casi US$ 10.000 por cuatro entradas y casi US$ 15.000 por los preparativos del viaje, pero no se le permitió entrar al estadio.
La demanda solicita el reembolso íntegro de las entradas, intereses y el reembolso de los gastos de viaje de las personas que pagaron para entrar en el estadio pero a las que se les negó la entrada.
El colapso de seguridad durante la final de la Copa América en el Hard Rock Stadium ha dejado una estela de preguntas sin respuesta y reacciones de indignación.
La escena que salió en televisión y redes sociales fue asombrosa, con aficionados ensangrentados, padres protegiendo a sus hijos de actos delictivos, aficionados agrediéndose entre sí y personal del estadio y policía local.
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Las imágenes del estadio mostraron un escenario de destrucción y vandalismo, con barandillas de las escaleras mecánicas destrozadas, zapatos, latas de refresco, gafas y ropa abandonadas.
La final de la Copa América, un evento que debería haber sido un momento de celebración para los fanáticos del fútbol, se convirtió en una noche de violencia y descontrol.
Ante esta situación, una demanda colectiva federal fue presentada en nombre de los aficionados con boleto que no se les permitió entrar al partido. La demanda alega que los demandados «no aplicaron un plan de seguridad adecuado y razonable».
Otra demanda fue presentada por una poseedora de entradas que solicitó US$ 50.000 por daños y perjuicios.
Marcelo Bielsa, entrenador de Uruguay, criticó duramente la organización de la Copa América tras los incidentes de seguridad que pusieron en peligro a los jugadores y sus familias.
Bielsa defendió a sus jugadores, afirmando que su reacción ante la violencia fue natural y que las sanciones deberían dirigirse a quienes fallaron en garantizar la seguridad, no a los futbolistas.
Además, Lionel Scaloni, técnico de Argentina, y James Rodríguez, jugador de Colombia, también expresaron su descontento, especialmente por el estado del césped y la logística del torneo, señalando que la organización había sido deficiente en varios aspectos a lo largo del evento.
