La superestrella del rap Sean «Diddy» Combs ha sido formalmente imputada por la Fiscalía de Nueva York en un caso que ha conmocionado al mundo del entretenimiento.
Los cargos incluyen tráfico sexual, asociación ilícita y promoción de la prostitución, lo que plantea serias acusaciones sobre su conducta durante décadas.
Combs, de 54 años, fue arrestado el lunes tras meses de investigaciones relacionadas con múltiples denuncias de abuso sexual y violaciones. Según el fiscal Damian Williams, el rapero utilizó su «imperio» musical para abusar, amenazar y coaccionar a mujeres, obligándolas a participar en actos sexuales bajo la influencia de drogas como el éxtasis y el GHB.
Las acusaciones se agravan con un video de seguridad que muestra a Combs agrediendo físicamente a su entonces pareja, la cantante Cassie Ventura.
La caída de Combs comenzó con una denuncia de Ventura, quien lo acusó de coacciones físicas durante más de una década.
Aunque esa demanda se resolvió fuera de los tribunales, otras querellas han surgido, describiéndolo como un depredador sexual que utilizaba alcohol y drogas para someter a sus víctimas.
Durante su comparecencia en la corte, su abogado, Marc Agnifilo, declaró que Combs se declarará no culpable y luchará para demostrar su inocencia.
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Sin embargo, el impacto de estas acusaciones podría ser devastador para su carrera y reputación.
Sean «Diddy» Combs es conocido no solo por su música, sino también por su influencia en la cultura pop y empresarial.
Desde sus inicios en Uptown Records hasta convertirse en un magnate del hip hop y la moda, su legado está ahora en juego.
La audiencia programada para este martes determinará si Combs aguardará juicio en libertad o en prisión, mientras el mundo observa cómo se desarrolla este escándalo que podría redefinir su historia.
