La artista internacional Taylor Swift ha logrado lo que durante dos décadas parecía imposible: recuperar los derechos de los másters de sus primeros seis álbumes, obteniendo por primera vez el control absoluto sobre toda su obra musical. La noticia, confirmada por la propia artista en una emotiva carta dirigida a sus fans publicada a través de las redes sociales, anuncia la recuperación total de la música, arte y videos musicales producidos por Swift durante su tiempo con Big Machine Records.
“Casi dejé de pensar que esto podría suceder algún día, después de 20 años viendo cómo me lo prometían y luego me lo quitaban”, escribió Swift en su carta. “Pero eso ya es pasado. Toda la música que he hecho… ahora me pertenece”. En la misma, Swift explica cómo logró recuperar sus másteres: comprando la totalidad de los derechos gracias al dinero recaudado con sus regrabaciones.

El camino hacia esta conquista ha estado marcado por conflictos, regrabaciones y una batalla pública que inspiró a toda una generación de músicos a luchar por sus derechos. Swift perdió el control de sus másters en 2019, cuando su primer sello discográfico, Big Machine, vendió los derechos a Scooter Braun, un ejecutivo musical que por años estuvo vinculado a figuras como Kanye West, con quien Swift ha tenido una notoria y conflictiva relación.

La venta a Braun fue, en palabras de la cantante, su “peor pesadilla”, ya que nunca le ofrecieron la oportunidad de comprar directamente su música, sino que le propusieron un acuerdo en el que solo podría recuperar un álbum por cada nuevo disco que grabara para el sello. Tras la venta, Braun revendió los másters a Shamrock Capital en 2020 por unos 300 millones de dólares.

Para contrarrestar la pérdida de sus másters y devaluar la inversión de Braun, Swift inició un ambicioso proyecto de regrabación de sus seis primeros discos, añadiendo canciones inéditas “From the Vault” y marcando cada uno como “Taylor’s Version”. Entre 2021 y 2023, lanzó nuevas versiones de Fearless, Red, Speak Now y 1989, todas ellas batiendo récords de ventas y streaming. En Reino Unido, por ejemplo, 1989 (Taylor’s Version) duplicó las ventas de la versión original en su primera semana.
La artista, como compositora principal, tenía el derecho legal de volver a grabar sus canciones y de bloquear el uso comercial de las versiones originales. Así, sus nuevas grabaciones comenzaron a aparecer en películas y series, como la reciente inclusión de “Look What You Made Me Do (Taylor’s Version)” en la serie The Handmaid’s Tale.
¿Y Rep TV?
Hasta ahora, solo faltaban por regrabar Reputation (2017) y su álbum debut homónimo (2006). Sin embargo, con la recompra de los másters, Swift ya no tiene la presión de continuar el proyecto, aunque dejó abierta la puerta a que ambas producciones puedan “reaparecer cuando sea el momento adecuado”, ahora como una celebración y no como una reivindicación. En la carta, Swift confiesa haber regrabado la totalidad de Debut TV, pero que la complejidad de Reputation le había impedido continuar su regrabación. «No he grabado ni un tercio del álbum», admite.
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En su carta, Swift agradeció a Shamrock Capital por ser la primera empresa en ofrecerle la posibilidad de comprar su música “sin ataduras, sin asociaciones, con plena autonomía”. “Para ellos fue un negocio, pero sentí que entendieron que para mí era mi vida, mis recuerdos y mis sueños”, escribió.
Al finalizar, Swift cierra la carta diciendo: «La mejor cosa que ha sido mía, finalmente lo es».