Las universidades estadounidenses se encuentran en medio de una ola de protestas que exigen el boicot a empresas e individuos con vínculos con Israel. Estas manifestaciones surgieron como respuesta al ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, que resultó en la muerte de aproximadamente 1.200 personas y el secuestro de unas 250, según las autoridades israelíes.
La Universidad de Columbia, en Nueva York, fue la primera en registrar acampadas y protestas. Sin embargo, el movimiento se extendió a otras partes del país, incluyendo los campus de Los Ángeles, California, y Atlanta, Georgia. En este último estado, estudiantes fueron arrestados por manifestarse. Incluso en Austin, Texas, el gobernador ordenó a la policía estatal detener a los manifestantes.
Aunque las protestas se propagaron a más de veinte campus universitarios, algunas instituciones experimentaron un fenómeno más significativo.
En la Universidad de Columbia, una acampada pro palestina cobró relevancia en el campus. La rectora, Nemat Shafik, solicitó a la policía despejar el lugar de la protesta, lo que resultó en el arresto de más de 100 manifestantes. Sin embargo, en lugar de apaciguar los ánimos, estas detenciones masivas fortalecieron el movimiento, según relatan los manifestantes que permanecieron en el lugar.
La representante demócrata Ilhan Omar, cuya hija también fue arrestada en Columbia, declaró a BBC News que el movimiento comenzó con tan solo 70 estudiantes, pero se expandió rápidamente debido a los arrestos masivos. “Esto es un movimiento que surgió con determinación en la Universidad de Columbia y su impacto se siente a nivel nacional e internacional”, afirmó.
En la Universidad de Emory, en Atlanta, decenas de manifestantes no afiliados al centro se instalaron en tiendas de campaña en el campus. Posteriormente, miembros de la comunidad universitaria se unieron a ellos. Cuando los manifestantes se negaron a dispersarse, el departamento de policía de Emory detuvo a varias decenas de personas, aunque no se especifica cuántas ni los cargos que podrían enfrentar.
En la Universidad del Sur de California, se tomó la decisión de cancelar el discurso de graduación del mejor estudiante, seguido por la cancelación de la ceremonia principal prevista para el 10 de mayo. Se esperaba que esta atrajera a unas 65.000 personas al campus. La mejor estudiante, conocida por sus altas calificaciones y participación activa en la vida universitaria, publicó un enlace en el que se criticaba a Israel, lo que generó acusaciones de antisemitismo.
La universidad alegó amenazas no especificadas a la seguridad del campus como motivo para la cancelación, sin condenar la publicación de la estudiante.