El ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, anunció este miércoles que los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se encuentran en un estado crítico tras un reciente ataque atribuido a este grupo. El ataque, que dejó dos soldados muertos y 27 heridos en la base militar de Puerto Jordán, en Arauca, ha intensificado la crisis en las negociaciones de paz que se han llevado a cabo desde 2022 en diversas sedes, incluyendo México y Cuba.
Cristo, quien ha tenido una relación personal con el conflicto debido al asesinato de su padre por el ELN en 1997, enfatizó que la guerrilla «no tiene una decisión de paz». En una entrevista con Blu Radio, el ministro afirmó que «prácticamente no existen diálogos» y que el ELN parece más interesado en las mesas de negociación que en alcanzar la paz. Esta situación contrasta con el histórico acuerdo de paz alcanzado con las FARC en 2016, donde se logró una desmovilización efectiva.
El ataque del martes fue calificado por el presidente Gustavo Petro como «una acción que cierra un proceso de paz con sangre», reflejando la frustración del Gobierno ante la escalada de violencia. Desde agosto, el ELN ha intensificado sus ataques tras decidir no renovar un cese al fuego establecido con las Fuerzas Armadas. La situación en Arauca y Chocó se ha vuelto especialmente crítica, con un aumento en la violencia y el temor entre los ciudadanos.
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Cristo también mencionó que la falta de un compromiso claro por parte del ELN para abandonar las armas complica aún más las negociaciones. Aunque el Gobierno está dispuesto a continuar el diálogo, la decisión final sobre cómo proceder recae en el Alto Comisionado para la Paz y el presidente Petro. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan estos acontecimientos, dado que la paz en Colombia ha sido un tema central en las discusiones sobre estabilidad regional.