La reciente contratación de Mauricio Pochettino como nuevo seleccionador de la Selección Nacional Masculina de Fútbol de Estados Unidos (USMNT) marca el inicio de una nueva y prometedora etapa en el fútbol estadounidense. El argentino, conocido por su trayectoria en equipos de renombre como Tottenham, Paris Saint-Germain y Chelsea, asume el reto de revitalizar un equipo que ha enfrentado dificultades, especialmente tras su decepcionante actuación en la última Copa América, donde no logró avanzar más allá de la fase de grupos.
Pochettino, quien fue anunciado oficialmente el 10 de septiembre de 2024, llega a la selección con una misión clara: llevar al equipo a la Copa Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México. Matt Crocker, director deportivo de la US Soccer, destacó las cualidades del nuevo entrenador, describiéndolo como un «ganador» con una profunda pasión por el desarrollo de jugadores. Pochettino expresó su entusiasmo por liderar a un grupo talentoso y con potencial, afirmando que no podía rechazar la oportunidad de trabajar con aficionados apasionados y jugadores comprometidos.
Sin embargo, el contexto no es fácil. La USMNT viene de un periodo complicado bajo la dirección de Gregg Berhalter, quien dejó el cargo tras la eliminación en la Copa América. Aunque Berhalter logró éxitos como la conquista de dos Ligas de Naciones y una Copa de Oro, su estilo y resultados no fueron suficientes para mantenerlo en el puesto después del fracaso reciente.
Desde el entorno del USMNT, hay expectativas claras sobre el tipo de fútbol que debe implementar Pochettino. Tim Howard, exguardameta y capitán del equipo, ha compartido su visión sobre cómo debería jugar la selección. En un reciente podcast, Howard argumentó que el enfoque del fútbol posicional promovido por entrenadores como Pep Guardiola no es aplicable a todos los equipos. Según él, «no todos los equipos cuentan con las piezas necesarias para jugar así», sugiriendo que Estados Unidos debería adoptar un estilo más pragmático y resolutivo.
Howard aboga por un enfoque similar al que Pochettino implementó en su etapa en Tottenham: «Cuando miras sus mejores equipos, eran sólidos en defensa». Esta firmeza defensiva es vista como crucial para permitir que los jugadores ofensivos del equipo estadounidense puedan brillar. La combinación del talento joven y una estructura defensiva sólida podría ser clave para el éxito futuro del equipo.
Pochettino debutará al frente del USMNT en un amistoso contra México programado para el 15 de octubre. Este partido representará una primera prueba significativa para establecer su filosofía y tácticas. La presión está sobre sus hombros para demostrar que puede transformar al equipo en un contendiente serio a nivel internacional.
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El desafío es considerable. Estados Unidos tiene una rica historia futbolística pero ha luchado por establecerse entre las potencias mundiales. La próxima Copa Mundial ofrece una oportunidad única para que el país muestre su crecimiento futbolístico ante su público local. Con Pochettino al mando, hay esperanza entre los aficionados y expertos de que se pueda construir un equipo competitivo capaz de hacer frente a los mejores del mundo.