La líder opositora venezolana María Corina Machado denunció una «escalada en la represión» por parte del gobierno de Nicolás Maduro, tras la detención de nueve militantes durante el fin de semana.
Estos arrestos se suman a 14 opositores ya detenidos y seis refugiados en la embajada argentina en Caracas.
Las detenciones ocurrieron en cuatro estados: Carabobo, Anzoátegui, Monagas y Portuguesa. Entre los detenidos se encuentran colaboradores del candidato opositor Edmundo González Urrutia y miembros de comandos de campaña locales.
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Respuesta de la oposición y acciones gubernamentales
Machado afirmó que estas acciones, lejos de intimidar, han fortalecido la motivación de su movimiento.
El gobierno, por su parte, acusa a la oposición de conspirar para derrocarlo.
Además de las detenciones, se reportó el cierre de un establecimiento donde Machado y González almorzaron, una práctica que se ha vuelto común durante la campaña opositora.
A pesar de las adversidades, cientos de jóvenes se reunieron en la Universidad Central de Venezuela para apoyar a la oposición, demostrando que la lucha por la democracia en Venezuela continúa.
Casos como el de Rocío San Miguel y Javier Tarazona demuestran que quienes trabajan en la defensa de derechos humanos están en riesgo de ser detenidos.
La detención de Roland Carreño, periodista y activista político, indica que los profesionales de la comunicación críticos al gobierno son vulnerables.
La movilización de jóvenes en apoyo a la oposición, especialmente en universidades como la UCV, sugiere que este sector está particularmente afectado y en riesgo.
Estas detenciones parecen formar parte de una estrategia más amplia de represión y control social por parte del gobierno venezolano, afectando a diversos sectores de la sociedad civil.