El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha nombrado este sábado un nuevo Gobierno con una clara inclinación hacia la derecha, a propuesta del primer ministro conservador Michel Barnier. Este cambio se produce dos meses y medio después de las elecciones anticipadas convocadas por Macron, en un intento por evitar una moción de censura en el Parlamento.
El nuevo gabinete, que incluye 39 miembros, está dominado por figuras de la centroderecha y Los Republicanos. Bruno Retailleau, conocido por sus posturas firmes sobre inmigración, ha sido designado como ministro del Interior, lo que ha generado críticas entre la izquierda y algunos aliados de Macron. Además, Didier Migaud es el único representante de la izquierda en el nuevo Ejecutivo, ocupando el cargo de ministro de Justicia.
Este giro ideológico se da en un contexto de crisis política. Barnier, quien asumió como primer ministro a principios de septiembre, tuvo que formar una coalición con diversas fuerzas políticas para asegurar una mayoría estable en la Asamblea Nacional. Varios ministros del anterior Gobierno han sido reubicados en nuevas carteras, mientras que otros han sido confirmados en sus puestos.
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La amenaza de una moción de censura persiste, ya que el Nuevo Frente Popular (NFP), coalición de izquierda que obtuvo 193 escaños en las elecciones, ha anunciado su intención de presentar una moción contra el Gobierno de Barnier. Si esta moción recibe apoyo de la extrema derecha, podría resultar en un desafío significativo para el nuevo Ejecutivo.
Con estos cambios, Macron busca estabilizar su Gobierno y enfrentar los retos económicos y sociales que enfrenta Francia, mientras navega por un panorama político cada vez más polarizado.